Las palabras pueden... provocar emociones, empatía, arrancar de uno mismo esa Soledad brutal que, a veces, se instala de okupa en tu espíritu... Desnudar impúdicamente un pensamiento; erradicar el vacío; tornar posible lo imposible; alentar la curiosidad; mover cimientos; reivindicar cada día un sueño... Sólo eso, todo eso... en un ovillo de palabras por desenredar.
martes, 15 de abril de 2014
Solo queda un lugar en que habita el deseo;
lagrimal húmedo.
Todo lo demás:
piel, carne, labios...
seco.
Bésame.
En el vértice mojado de deseos inconclusos;
Sé solo labio.
En el ángulo muerto en que rompen los ayeres.
Sed;
sed desgarrada por robar una sola de mis lágrimas
[mar muerto de tristezas antiguas]
Tu lengua;
tu lengua fértil abre el camino:
rompe,
rasga,
horada,
resquebraja,
escinde,
perfora,
agrieta,
parte,
hiende:
mi dolor estéril.
Tócame;
tócame con tus manos sólidas la piel líquida de mi alma, deshecha en hieles viejas...
Eva López Álvarez
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