Las palabras pueden... provocar emociones, empatía, arrancar de uno mismo esa Soledad brutal que, a veces, se instala de okupa en tu espíritu... Desnudar impúdicamente un pensamiento; erradicar el vacío; tornar posible lo imposible; alentar la curiosidad; mover cimientos; reivindicar cada día un sueño... Sólo eso, todo eso... en un ovillo de palabras por desenredar.
lunes, 3 de febrero de 2014
Empápame de palabras mojadas;
lluéveme con violencia hasta hacer torrente
que arrastre el robín seco de mis venas huérfanas de versos;
lluéveme con rabia, hasta que arrecie la tempestad bajo la piel,
mientras amaina el tedio mudo que asola mi memoria.
Lluéveme;
lluéveme llantos escritos en púrpura, en negro, en blanco;
pero ... lluéveme;
lluéveme a cántaros hasta que no recuerde siquiera el abandono,
seco como el frío hiriente.
Empápame de palabras mojadas;
lluéveme hasta que te lo llore todo...
Eva López Álvarez
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