martes, 17 de septiembre de 2013

Apenas pudo reaccionar;
            cómo o a qué, si apenas sintió que el viento se acordaba de ella y acariciaba [apenas, apenas una caricia] su cuello, su pelo, inmaculados de huellas .

Los sonidos le llegaron distintos, reales [hiere de muerte, la realidad] y sólo entonces se dio cuenta de que le habían quitado uno de sus auriculares. Su proximidad la asustaba. Esa cercanía desconocida, olvidada quizás. Hacía tiempo que sólo había distancia. 
El atardecer era rojo. El semáforo estaba en rojo. Y allí estaba él, sonriéndole en rojo y con su auricular derecho puesto.

5:03 minutos dura una vida.
                    Gracias por regalarme una vida entera - le susurró en esa cercanía que dolía.

Te espero la próxima lluvia;
     para quitarte la pena;
             para empaparnos de luna llena en un charco de estrellas.

                                                                                                                       Eva López Álvarez






1 comentario: