A veces te asola un huracán de palabras
[o, simplemente, la vida te regala otro certero golpe]...
Quedas ajena; llena de silencios
vacía de tí;
el pecho una maraña de afilados hilos atados a profundos arañazos,
secuela del tornado [salvaje].
Los pies de ceniza.
Las manos de escarcha.
El alma anegada de humo tóxico.
La ropa [empapada de miedo] pegada a tu cuerpo expuesto.
Los zapatos llenos de arenas movedizas.
La piel como un cristal hecho añicos
[pedrada verbal emponzoñada].
La carne,
saco de boxeo de las horas.
Los huesos,
espina del desconsuelo.
Los ojos...
mudos.
La boca,
ciega.
El deseo...
huido.
Eva López Álvarez
http://www.youtube.com/watch?v=_rbv6UYd2Gc
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