Las palabras pueden... provocar emociones, empatía, arrancar de uno mismo esa Soledad brutal que, a veces, se instala de okupa en tu espíritu... Desnudar impúdicamente un pensamiento; erradicar el vacío; tornar posible lo imposible; alentar la curiosidad; mover cimientos; reivindicar cada día un sueño... Sólo eso, todo eso... en un ovillo de palabras por desenredar.
lunes, 12 de agosto de 2013
Llorar en negro...
Tengo el alma de acantilado;
las puntas del porvenir romas de pasado;
las aristas del deseo redondas de plomo,
el fin de mis pasos emborronado de comienzos.
Tengo las certezas hambrientas de duda;
las noches ávidas de noche;
los amaneceres viscosos y escurridizos,
como tóxico mercurio;
quietud
[mortecina y verde]
en los arrabales del alma.
Tengo sed y sólo hay distancia.
Eva López Álvarez
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