martes, 15 de octubre de 2013



Lágrimas de mar que vuelan en tierra firme;
                                                       tu pones las alas
                                                                           [brotan de la punta de tus dedos];
                                                       yo te regalo el viento que habrá de arrastrar los tentáculos cargados de tristeza; que habrá de llevarse consigo la convexa campana de esa lágrima emponzoñada de palabras de cieno que toca misa de duelo por cada sueño incumplido...



Eva López Álvarez



1 comentario:

  1. "Este alacrán que por mi pecho mora".
    (FEDERICO GARCÍA LORCA)


    En mañanas como ésta descubro que vale la pena equivocarse para poder corregir después (virtud de sabios) y regresar a lugares a los que uno juró no volver por los siglos de los siglos, porque en el riesgo hay un chispazo de esperanza que invita a lanzar un órdago aun llevando los peores naipes, los que te dejan los dedos fríos.
    En mañanas como ésta constato que sólo sé que no sé nada y que los procedimientos para resover nuestros desencantos siempre estaban en las páginas de los antiguos libros de texto que nos saltábamos por no creerlas importantes.
    En mañanas como ésta lamento profundamente que mis conocimientos de química no sean más vastos para así poder hallar la composición de una sonrisa. De la sonrisa de una mujer desconocida a la que nunca volveré a ver. Jamás sabré su nombre y nunca pintaré sobre mi colchón el reloj de arena de sus caderas, aunque me prestes tus dos rotuladores. Pero he alojado esa sonrisa en la suite de mi alma y de ahí no la saca ni Dios.
    En mañanas como ésta destierro mis pesares un instante porque he vuelto a comprobar hasta qué punto puede cambiarle el día a un hombre la sonrisa agitanada de una mujer. A los que sueñan con un mundo sin mujeres sólo les digo que no cuenten conmigo.

    P.D.: En mañanas como ésta, si la ves dile que me gusta.


    EL COLECCIONISTA DE ATARDECERES

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