"Dejaría en este libro toda mi alma" (Federico García Lorca)
Cuando un cuerpo muere
- en extrañas circunstancias,
se le practica una autopsia - pensaba Ginebra, ausente.
Se desmonta el mecano del cuerpo;
vísceras a un lado,
la sangre [macabro estanque];
de otro lado la piel,
rota al filo decidido del acero atroz.
Rebuscan - manos expertas - la pieza que se detuvo.
Estudian - mentes expertas - por qué se detuvo.
Se apuntan las incidencias en un papel muerto que firman - de nuevo - manos expertas.
Y un cuerpo que fué hermoso, que se enredó otras manos, en otros pasos, que se estremeció cuando sentía encoger su estómago - esclavo de unos ojos -, que luchó contra los minutos que se aferran [impíos] a cada milímetro cúbico de piel... que fué perfecta maquinaria yace sobre una suerte de pila de fregar gigante deshecho de respuestas que llegan tarde.
Cuando una emoción muere
- en extrañas circunstancias,
no hay bisturí - ni expertas manos - capaces de diseccionar el cadáver de tu risa;
el occiso de tus besos... - pensaba Ginebra.
Eva López Álvarez
"En la bruma tibia de un aliento de muchacha encontré mi lugar. / Allí me quedé y no me he movido".
ResponderEliminar(HENRI MICHAUX)
EL INFINITO VOLAR
La memoria me envía un telegrama / con un poema a asombro revertido. / Vislumbro la grafía del olvido / y se amotina en mi pecho la llama / que enciende el corazón cuando reclama / las ilusiones a fondo perdido / y el eco tantas veces repetido / de un recuerdo que cobra nueva fama. / Se llamaba Eva López y escribía / mariposas de sangre azul nobleza / que colmaban el alma de alegría, / y por la herida de un sueño despierto / emigraban trazando la certeza / de dos campanas doblándome a muerto.
EL COLECCIONISTA DE ATARDECERES
Fe de erratas:
ResponderEliminarEl primer verso no está correctamente escrito. Debería decir: "La memoria remite un telegrama".
Mis disculpas.
EL COLECCIONISTA DE ATARDECERES