sábado, 12 de octubre de 2013


Túmbate a mi lado;
                       a ver el Tiempo.

Túmbate a mi lado;
                      cerca,
                      muy cerca.

Soñemos el Tiempo, EL TIEMPO en lo que dura el resbalar irremisible de esta arena, presa a manos de verdugo cristal que exhibe ante tus ojos cuanto limita a tus manos.

Se esfuma, se escurre, rueda, cae, desciende con la fuerza atroz de saberse dueño de tus deseos.

Se come el Tiempo tus tiempos.
            Como el mar se bebe tus lágrimas.
                       Como la lluvia arrastra tus esperas.
                                 Como la tormenta grita tus miedos.

Se come el Tiempo mis tiempos...

                                                                                       Eva López Álvarez

1 comentario:

  1. "La soledad es un arte perdido".
    (WIM WENDERS)


    Pasionales palabras escritas con el fuego devastador de tu verbo en llamas. Si me acerco a su consternadora lumbre puedo escuchar el crepitar de tus sueños ardientes, que a veces son los míos, conjugándose en pretérito imperfecto o en vértigo ilusionante cuando la luz declina. ¿Por qué temes, triste dama, la penumbra? ¿Acaso no te enseñaron que en la oscuridad también existe la belleza? Piensa en una palabra brillante en su mudez y haz que lloren las capas de la Tierra, haz que se besen hasta que se cansen. Miro de nuevo la lumbre y al soplar las ascuas observo tu rostro, epicentro de un fogonazo anaranjado. Olvida el miedo y el paso del tiempo. Ofréceme tu mano y ven conmigo. Tienes un asiento reservado en mi penumbra. O, si lo deseas, me tumbaré a tu lado si me dejas que te acaricie, porque tú conoces la composición de una lágrima y el dolor atroz de un amor imposible.


    P.D.: Yo aprendí a soñar con tus palabras. Coge mis alas, Eva. Cógelas sin miedo y póntelas, porque quiero que ahora seas tú la que vuele, que seas tú la que sueñe...


    EL COLECCIONISTA DE ATARDECERES

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